Buenas tardes!!
Por fin después de un parón...ha vuelto la inspiración, espero de corazón que os guste el nuevo relato.
Gracias por la paciencia a los que os gustan mis relatos.
Ahora ya es vuestro, podéis compartirlo si queréis.
Gracias.
Elena.
SUEÑOS
Me fui a dormir como otro día cualquiera, pero llevaba
un tiempo soñando, soñaba con alguien.
Soñaba con un hombre alto, moreno… y hasta ahí llegaba
porque no podía verle bien la cara.
En esos sueños tocaba el cielo con las manos. Nunca nadie la había hecho sentir tan bien,
aunque fuera un sueño.
Veía un hombre en las sombras, que la besaba, le lamía
el cuello bajando por su pecho hasta sus pechos, mordisqueando los pezones
suavemente mientras con la otra mano le pellizcaba el otro pezón.
Seguía bajando por su estómago y una de las manos le
acariciaba la cadera deslizándola hasta su culo y la apretaba contra su cara.
Se despertaba acelerada, con la respiración
entrecortada y húmeda, tanto que muchas mañanas tenía que utilizar su bala para
poder acabar satisfecha.
Ese hombre la llenaba completamente, la había saciado
de todas las maneras posibles, cumplía todas sus fantasías, no había nada que
no hicieran juntos.
Su amiga le había propuesto visitar a una bruja, según
ella para que le explicase lo de los sueños. Ni de coña iba a explicar esos
sueños a nadie, eran suyos y de nadie más.
Había quedado con su amiga para una cena de chicas y
salida a bailar, que ya tocaba, y en eso estaba, arreglándose para irse de
fiesta.
Le llegó una notificación de su amiga, que
bajase yaaa!! Que llegaban tarde. Será petarda la tía, era ella quién llegaba
tarde.
Se fueron hacia el restaurante entre risas y
confidencias, incluidos los sueños.
Cenaron y se lo pasaron en grande, al acabar se fueron
hacia la fiesta y allí empezó a tener la sensación de que la miraban, bueno la
verdad que había mucha gente y no podía fijarse en todo el mundo.
Bailaron como locas, cantando canciones a pleno
pulmón, y cuando fueron a buscar un refresco a la barra volvió a tener esa
sensación, y más fuerte aún, alguien la miraba, empezó a mirar a su alrededor
cuando se fijó en la cabina del Dj, unos ojos oscuros no dejaban de mirarla,
mientras el hombre seguía pinchando música. Ella le mantuvo la vista hasta que
su amiga le susurró al oído:
-Nena, creo que el dj no deja de mirarte…
- ¿Quieres decir? -le pregunté yo.
-Sí cielo, me he fijado que no te quitaba ojo, y ¿no
has notado que pinchaba música bastante similar? Creo que se ha fijado en las
canciones que más te gustaban y ha buscado las que más se parecían, pero ojo,
es una percepción mía.
Me giré hacia la cabina y vaya decepción la mía al ver
otro dj y no el dueño de los ojos bonitos y oscuros.
Hasta que oí una voz a mi lado:
-Hola, ¿te apetece otra copa?
Y me recorrió un escalofrío de arriba abajo que nada
tenía que ver con la temperatura del ambiente, sabía que esa voz era suya,
pertenecía al dj, a la vez tuve un deja vu, también pertenecía al hombre de
mis sueños…
Me volví hacia la voz y me encontré con una boca de
labios finos, rosados y con una sonrisa brillante, seguida de unos ojos oscuros
como el chocolate derretido, que me miraban y sonreían a la par con su boca.
Mi amiga me dio un codazo y en voz baja me susurró:
-Nena ni te lo pienses, di qué si y ten una noche
loca, no puedes vivir solo de sueños.
Miré al dj y le contesté que prefería salir a tomar el
aire, pero que si quería podía acompañarme.
Sonriendo me contestó que sí, sin duda alguna, que ya
había acabado su turno, se dirigió a la salida conmigo detrás suyo.
En la puerta preguntó si me apetecía pasear por la
playa, asentí y nos pusimos rumbo hacia ella, que estaba muy cerca.
Me agarró la mano y volví a sentir el escalofrío de
antes pero aún más fuerte.
Me paré y lo miré fijamente para ver si a él le pasaba
lo mismo, ahí fue cuando me soltó la mano y levantando las dos me agarró de la
cara y lentamente se acercaba hasta que sus labios tocaron los míos, y oohh por
favor...el mundo se esfumó a mi alrededor.
Era el beso más erótico y caliente que me habían dado,
joder, se me estaba fundiendo todo, y que calor había empezado a tener de
golpe.
Bajó sus manos por mis costados hasta llegar a mi culo
donde de golpe me acercó hacia su pubis, para que notara su excitación.
Madre mía, madre mía…estaba muy encendida, dejó de
besarme para bajar su boca a mi cuello mientras no soltaba mis caderas y
apretaba mi culo.
Me estaba volviendo loca, pensaba, he sacado al hombre
de mis sueños y lo he traído a la playa…
Me cogió en volandas y me apoyó contra un árbol
cercano, mientras seguía besándome y su pubis se frotaba con el mío. Poniéndome
más caliente si podía ser eso.
Bajando los tirantes de mi top acercó su boca al pezón
lamiendo la punta y haciendo círculos a su alrededor mientras su otra mano
apretaba el otro pecho. Yo solo podía gemir y agarrarme a su cabeza, no fuese a
desaparecer.
Me levantó la falda y acariciando por encima de mis
bragas notó mi excitación, bajando la cremallera de su pantalón se sacó el
miembro y acariciando la punta por mi excitación la acercó a mi entrada y de un
empujón la coló dentro. Dioossssss creo que me fundí de gusto, mis piernas a
su alrededor, su boca en la mía.
Separó los labios de los míos y mirándome a los ojos
empezó a bombear, primero suave, pero mi sonrisa y mi apretón con las piernas
lo hicieron cambiar de opinión, con una sonrisa de medio lado y volviendo a
unir nuestras bocas bombeó con más fuerza y más ganas.
Estaba a punto de correrme y se lo dije al oído:
-Joder, estoy a punto de correrme, no pares…
Al oírme levantó la cabeza de mi pecho y mirándome a
los ojos me contestó:
-Explota, explota conmigo, apriétame fuerte y
explotemos los dos.
Mi orgasmo fue brutal, viendo estrellas con los ojos
cerrados, los oídos me pitaban y mi respiración agitada.
El suyo fue algo parecido, apoyando su frente en la
mía, respirando entrecortado, me miró y sonrió.
-Vamos a mi casa, que esto ha sido el entrante y yo
quiero el menú completo y los postres.
Asintiendo con la cabeza y una sonrisa enorme, nos
fuimos cogidos de la mano rumbo hacia nuestro destino…
A veces los sueños…se cumplen.
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