31 enero, 2022

EL HOMBRE DEL PARQUE.

 Buenas tardes, casi noches gente bonita.

Después de las vacaciones navideñas y arrancar el año espero que vengáis con ganas de leer nuevos relatos.

Deseo que estéis todos bien, puñetero virus, y que disfrutéis con los relatos.

Y como siempre os digo y ya sabéis...ahora es vuestro por si lo queréis compartir.

Gracias por seguir a este humilde rinconcito y seguir leyendo.

Sed muy felices.😘


El hombre del parque

Era una tarde fría, se acercaba al parque lentamente, saboreando el paseo, disfrutando de ese momento de soledad.

Le sonó el pitido de que había recibido un mensaje y miró la pantalla del móvil, y sonrió al ver un mensaje, contestó y cerrando la pantalla siguió caminando.

Llegó a la entrada del parque desde allí veía al hombre sentado en un banco mirar el móvil y sonreír, ella sonrío involuntariamente al imaginar el porqué de su sonrisa. Le gustaba imaginar esas cosas, inventaba historias para la gente que se cruzaba, su amiga le decía que estaba loca, pero como la quería tanto no era imparcial, ella ya sabía que estaba loca.

Se acercó al banco y se sentó al lado de aquel hombre.

Debía hacer tiempo mientras esperaba a uno de sus hijos.

Miró de reojo al hombre sentado a su lado y la estaba mirando de reojo, ella bajó los ojos, el hombre miró su móvil y se acercó un poco más a ella.

Ella vio su pantalla:

-“Jajajajaja" ¿una estatua dices? ¿Tienes frío cariño? No te preocupes yo te lo quitaré cuando te vea.

-Ya lo haces solo de hablar contigo e imaginar lo que tienes en mente”

Ella sonrió de medio lado para que no la viera el hombre, se apagó la luz de la farola cercana al banco y dio un respingo, el hombre le preguntó si estaba bien y notó la mano del hombre en su pierna, ella notó el calor que desprendía y contestó que sí.

El hombre estaba medio girado hacia ella y mirándola a los ojos se acercó a sus labios.

Ella solo pudo abrir los suyos al ver el deseo descarnado en los ojos del hombre, y la besó.

Se le incendió el cuerpo de dentro a fuera y el posible frío que tenía se desvaneció, el hombre le acariciaba la pierna y con la otra mano le agarró de la nuca para acercarla más y que no pudiera separarse.



Subió la mano por debajo de la falda del vestido, más arriba del final de sus medias hasta llegar a tocar su centro que ya estaba empapado, la sorpresa del hombre fue notar que no llevaba nada y se separó de golpe de ella mirándola fijamente solo acertó a levantarse y cogerla de la mano llevándola detrás del edificio del parque resguardado por los matorrales, y apoyándola en la pared sin dejar de mirarla volvió a colar su mano por debajo del vestido y con la otra mano levantó una de sus piernas y empezó a acariciarla, notando lo mojada que ya estaba por la situación, podían pillarlos en cualquier momento y eso aumentaba la excitación.

Ella acercó su mano al bulto en los pantalones notando su polla dura como el mármol y acariciando por encima, mientras el hombre la masturbaba cada vez más deprisa hasta notar como se corría.

Sin dejar de mirarlo a los ojos bajó con la espalda apoyada en la pared hasta ponerse a la altura de su polla y empezó a lamer la punta que ya goteaba por la excitación, lamió ansiosa y se la introdujo en la boca, mientras las manos acariciaban los testículos. El hombre sin dejar de mirarla se apoyó con una mano en la pared y con la otra acariciaba los pechos colándose por el escote, al llegar al pezón endurecido lo pellizcó suavemente disparando las pulsaciones.

Lamió todo su tronco hasta ponerse uno de sus testículos en la boca ahí él dio un respingo y agarrándola en volandas apoyada contra la pared la penetró de golpe pues entre lo mojada que la tenía y el coño que chorreaba por el orgasmo que le había provocado poca resistencia había.





Bombeaba rápido mientras alternaba besos con mordiscos en el cuello, los besos aún la ponían más caliente y le provocó otro orgasmo. El hombre tragándose los gritos con un beso profundo aceleró las embestidas.

Notó como le venía el orgasmo y fue ella quien se tragó sus gritos pues no dejaban de estar en un parque y podían pillarlos.

Al acabar puso su frente en la de ella sin dejar de mirarla.

La ayudó a ponerse bien la ropa y recomponía la suya.

La besó de nuevo y dijo:

- ¿Eres real? ¿O he traído las fantasías de mi mente?

-Soy real, no lo dudes. Voy a recoger al peque mientras tú vas a por el grande, nos encontramos en casa. Y te acabaré de quitar el frío que decías que tenías.

Con una sonrisa en la boca contestó:

-No te preocupes por el frío que ya se ha ido del todo. No tardes que acabaremos con el juego que has empezado.

Y cada uno fue hacia un lado del parque.

Fin.

EL HOMBRE DEL PARQUE.

  Buenas tardes, casi noches gente bonita. Después de las vacaciones navideñas y arrancar el año espero que vengáis con ganas de leer nuevos...