Buenas tardes/noches.
Hoy os traigo un nuevo relato, gracias a todos los que os gusta entrar en este blog pequeñito. De verdad mil gracias.
Nuevo relato sobre vecinos nuevos...
Espero que disfrutéis mucho.
Sed felices.😘
El vecino nuevo.
Era una tarde de julio, un sábado normal, que después
de hacer las tareas que hacía siempre intentaba leer un rato, pero oía ruidos
que venían del piso de al lado, suponía que ya lo habían vendido o alquilado,
ya que llevaba tiempo vacío.
Como vio que no podía seguir leyendo pensó que podía
irse a la terraza a tomar el sol. Salió y se tumbó desnuda en la tumbona
poniendo música suave.
Al día siguiente al volver de pasear a su perra se
cruzó con un hombre que salía del portal con un casco de moto puesto, lo saludó
y él le devolvió el saludo, se subió a una Indian Scout Bobber del 2018 roja y
negra, sus ojos se abrieron como platos, le encantaban las motocicletas y esa
era una de las que más le gustaba.
Ahora que se acordaba, su pareja, aunque estaba lejos,
tenía una Indian, que se parecía a esa y ella mojaba las bragas cuando pensaba
en dar una vuelta en ella.
A ver cuando podían quedar otra vez, que mierda eso de
vivir lejos, y se podían “achuchar”. Se metió en el portal y recibió un
mensaje, vayaaa ni que hubiera leído sus pensamientos, ya le subían escalofríos
por todo el cuerpo.
“Buenos días cariño, ¿Cómo va todo? Tengo una sorpresa
para ti”
Ella sonrió mientras tecleaba la respuesta:
“Hola cielo, bien, ¿una sorpresa? ¿Para mí? ¿Nos vamos
a ver pronto, mi vida?”
“Mmmmmm”
“¿Cómo que mmmmm? ¿Me vas a dejar con la intriga?”
“De momento si, tengo que hacer recados, hablamos
luego, besos”
Vaya, al final si la deja con la intriga.
Por la tarde recibió un mensaje:
“¿Quieres jugar?”
Le arrancó una carcajada que debieron oír los vecinos
nuevos.
“Claro que quiero jugar mi vida, ¿y cuando no?”
“Pues debes desnudarte…”
Joder, se estaba poniendo tonta de pensar en jugar así
con él.
“Valeee.”
“Te estoy imaginando y mi cuerpo está reaccionando…”
Ostras la estaba excitando mucho, que manera de
encenderse tenían…
“Mmmm, el mío también, ya estoy desnuda”
“Pues ahora debes ir a la terraza y ponerte en medio”
“Uyy, ahora tengo vecinos, espero que no me vean”
“Más excitación si te ven, ¿no te parece?”
Se calentó aun más al pensar en lo que le había dicho,
que razón tenía, se excitaba de pensar en que la vieran.
“Ya estoy en el medio, ¿Qué debo hacer ahora?”
“Te voy a llamar y tu pondrás el teléfono cerca para
poder oír lo que le iré haciendo a tu cuerpo, mi memoria te recuerda entera,
escuches lo que escuches no puedes abrir los ojos hasta que yo te lo diga”
Se puso más húmeda y notaba como su excitación se
deslizaba por las piernas.
“De acuerdo”
Puso el teléfono en la mesita y descolgó poniendo el altavoz.
Contestó un “hola” que salió un poco acelerado.
“Hola cielo, ahora debes cerrar los ojos y escuchar,
debes imaginar que estoy mirando tu cuerpo desnudo, eres preciosa, no, no
niegues con la cabeza que te conozco, imagina que estoy detrás de ti, me acerco
lentamente y me coloco detrás de ti, notas el calor de mi cuerpo…”
Ella se estremeció, y podía jurar que notaba ese
calor, esa mirada recorriendo su cuerpo, que ganas tenía de sentir de verdad
sus manos encima, siguió escuchando su voz, esa voz que erizaba su piel.
“Me acerco a tu cuello y notas mi aliento debajo de tu
oreja, ese punto débil que tanto dejas ir una risa que un jadeo, mis manos van
a acariciar tus caderas acercándote más a mí, quiero que notes el calor y la
reacción que provocas en mí, solo con tenerte cerca…”
Ella levantó sus manos pues quería acariciarse la zona
que el le describía…
Pasar sus manos por sus caderas y subir a sus pechos,
pasando por su estómago, llegar al cuello y acariciarse como quería que lo
hiciera el.
“Cariño, no hagas trampas y no muevas tus manos…”
Joder, como la conocía, ni que la estuviera viendo,
bajó las manos frustrada.
“Sigamos, te voy a seguir acariciando mientras me
coloco delante de ti y admiro esos pechos que me vuelven loco, que ganas de
lamer toda tu piel y jugar con tu pezón endureciéndolo, mientras mi mano
pellizca el otro, voy alternando entre pecho y pecho y mi lengua pasa por tu
canalillo, subo a lamer tu cuello mientras levantas la cabeza…”
Inconscientemente ella la levantó deseando que todo lo
que él describía se cumpliera y como lo tenía lejos la bajó de golpe aguantando
un suspiro, que ella creyó que no lo habría oído.
“Cariño, ¿Qué te pasa?”
“Nada, ¿Por qué lo preguntas?”
“Te he oído suspirar y no precisamente de placer, que
era lo que yo pretendía”
“Es que me describes todo lo que me quieres hacer y me
frustra no tener tus manos encima de mí, no tener tu piel al alcance de la
mano, no sentir tu aliento a milímetros de mi boca…”
“Mi vida, quería jugar y excitarte, pero no quiero que
sufras, abre los ojos”
“¿Para qué? ¿Si no estás aquí conmigo? Al menos en mi
mente si, sigue por favor, no quería parar el juego”
“No, abre los ojos…Por favor”
Abrió los ojos lentamente, parpadeando por la luz solar…
“Ahora mira a tu izquierda”
Ella giró la cabeza de golpe y vio unos ojos que la
miraban fijamente, con admiración y algo más…
“¡Sorpresa! Soy tu nuevo vecino, ¿Me abres la puerta?”
Con una sonrisa enorme ella asintió con la cabeza y
fue rápido a abrir la puerta, en cuanto estuvieron cara a cara ella se lanzó a
su cuello y se colgó de su cintura, con ella en brazos entraron dentro de la
casa y pusieron rumbo a la habitación.
Allí el se desnudó y empezó a acariciar todo el
cuerpo, tal y como le había descrito a ella.
El ya estaba duro, tenía ganas de penetrarla fuerte, y
ella lo notó y le pidió que se tumbase, ella se puso encima de el y lentamente
se clavo toda la largada de su verga, una vez la tuvo completamente ensartada
mirándolo a los ojos lo cabalgó, empezó lento pero les podían las ganas y
empezaron a ir más deprisa.
Él no podía dejar de besarla, en los labios, los
pechos, el cuello, había tanta piel para lamer que no sabía donde poner la boca
primero, notó que le venía un cosquilleo y que ella aceleraba la respiración,
mirándola a los ojos le soltó “córrete” “ahora” ella dejó ir un grito de placer
pues con esa orden la había hecho explotar de placer él la siguió de cerca.
Aflorando una sonrisa de satisfacción se miraron,
lentamente acercaron sus bocas en un beso suave, lento y lleno de pasión.
Ahora estaban juntos.
Fin.