24 mayo, 2021

El vecino nuevo.

 Buenas tardes/noches.

Hoy os traigo un nuevo relato, gracias a todos los que os gusta entrar en este blog pequeñito. De verdad mil gracias.

Nuevo relato sobre vecinos nuevos...

Espero que disfrutéis mucho.

Sed felices.😘


El vecino nuevo.

Era una tarde de julio, un sábado normal, que después de hacer las tareas que hacía siempre intentaba leer un rato, pero oía ruidos que venían del piso de al lado, suponía que ya lo habían vendido o alquilado, ya que llevaba tiempo vacío.

Como vio que no podía seguir leyendo pensó que podía irse a la terraza a tomar el sol. Salió y se tumbó desnuda en la tumbona poniendo música suave.

Al día siguiente al volver de pasear a su perra se cruzó con un hombre que salía del portal con un casco de moto puesto, lo saludó y él le devolvió el saludo, se subió a una Indian Scout Bobber del 2018 roja y negra, sus ojos se abrieron como platos, le encantaban las motocicletas y esa era una de las que más le gustaba.

Ahora que se acordaba, su pareja, aunque estaba lejos, tenía una Indian, que se parecía a esa y ella mojaba las bragas cuando pensaba en dar una vuelta en ella.

A ver cuando podían quedar otra vez, que mierda eso de vivir lejos, y se podían “achuchar”. Se metió en el portal y recibió un mensaje, vayaaa ni que hubiera leído sus pensamientos, ya le subían escalofríos por todo el cuerpo.

“Buenos días cariño, ¿Cómo va todo? Tengo una sorpresa para ti”

Ella sonrió mientras tecleaba la respuesta:

“Hola cielo, bien, ¿una sorpresa? ¿Para mí? ¿Nos vamos a ver pronto, mi vida?”

“Mmmmmm”

“¿Cómo que mmmmm? ¿Me vas a dejar con la intriga?”

“De momento si, tengo que hacer recados, hablamos luego, besos”

Vaya, al final si la deja con la intriga.

Por la tarde recibió un mensaje:

“¿Quieres jugar?”

Le arrancó una carcajada que debieron oír los vecinos nuevos.

“Claro que quiero jugar mi vida, ¿y cuando no?”

“Pues debes desnudarte…”

Joder, se estaba poniendo tonta de pensar en jugar así con él.

“Valeee.”

“Te estoy imaginando y mi cuerpo está reaccionando…”

Ostras la estaba excitando mucho, que manera de encenderse tenían…

“Mmmm, el mío también, ya estoy desnuda”

“Pues ahora debes ir a la terraza y ponerte en medio”

“Uyy, ahora tengo vecinos, espero que no me vean”

“Más excitación si te ven, ¿no te parece?”

Se calentó aun más al pensar en lo que le había dicho, que razón tenía, se excitaba de pensar en que la vieran.

“Ya estoy en el medio, ¿Qué debo hacer ahora?”

“Te voy a llamar y tu pondrás el teléfono cerca para poder oír lo que le iré haciendo a tu cuerpo, mi memoria te recuerda entera, escuches lo que escuches no puedes abrir los ojos hasta que yo te lo diga”

Se puso más húmeda y notaba como su excitación se deslizaba por las piernas.

“De acuerdo”

Puso el teléfono en la mesita y descolgó poniendo el altavoz.

Contestó un “hola” que salió un poco acelerado.

“Hola cielo, ahora debes cerrar los ojos y escuchar, debes imaginar que estoy mirando tu cuerpo desnudo, eres preciosa, no, no niegues con la cabeza que te conozco, imagina que estoy detrás de ti, me acerco lentamente y me coloco detrás de ti, notas el calor de mi cuerpo…”

Ella se estremeció, y podía jurar que notaba ese calor, esa mirada recorriendo su cuerpo, que ganas tenía de sentir de verdad sus manos encima, siguió escuchando su voz, esa voz que erizaba su piel.

“Me acerco a tu cuello y notas mi aliento debajo de tu oreja, ese punto débil que tanto dejas ir una risa que un jadeo, mis manos van a acariciar tus caderas acercándote más a mí, quiero que notes el calor y la reacción que provocas en mí, solo con tenerte cerca…”

Ella levantó sus manos pues quería acariciarse la zona que el le describía…

Pasar sus manos por sus caderas y subir a sus pechos, pasando por su estómago, llegar al cuello y acariciarse como quería que lo hiciera el.

“Cariño, no hagas trampas y no muevas tus manos…”

Joder, como la conocía, ni que la estuviera viendo, bajó las manos frustrada.

“Sigamos, te voy a seguir acariciando mientras me coloco delante de ti y admiro esos pechos que me vuelven loco, que ganas de lamer toda tu piel y jugar con tu pezón endureciéndolo, mientras mi mano pellizca el otro, voy alternando entre pecho y pecho y mi lengua pasa por tu canalillo, subo a lamer tu cuello mientras levantas la cabeza…”

Inconscientemente ella la levantó deseando que todo lo que él describía se cumpliera y como lo tenía lejos la bajó de golpe aguantando un suspiro, que ella creyó que no lo habría oído.

“Cariño, ¿Qué te pasa?”

“Nada, ¿Por qué lo preguntas?”

“Te he oído suspirar y no precisamente de placer, que era lo que yo pretendía”

“Es que me describes todo lo que me quieres hacer y me frustra no tener tus manos encima de mí, no tener tu piel al alcance de la mano, no sentir tu aliento a milímetros de mi boca…”

“Mi vida, quería jugar y excitarte, pero no quiero que sufras, abre los ojos”

“¿Para qué? ¿Si no estás aquí conmigo? Al menos en mi mente si, sigue por favor, no quería parar el juego”

“No, abre los ojos…Por favor”

Abrió los ojos lentamente, parpadeando por la luz solar…

“Ahora mira a tu izquierda”

Ella giró la cabeza de golpe y vio unos ojos que la miraban fijamente, con admiración y algo más…

“¡Sorpresa! Soy tu nuevo vecino, ¿Me abres la puerta?”

Con una sonrisa enorme ella asintió con la cabeza y fue rápido a abrir la puerta, en cuanto estuvieron cara a cara ella se lanzó a su cuello y se colgó de su cintura, con ella en brazos entraron dentro de la casa y pusieron rumbo a la habitación.

Allí el se desnudó y empezó a acariciar todo el cuerpo, tal y como le había descrito a ella.

El ya estaba duro, tenía ganas de penetrarla fuerte, y ella lo notó y le pidió que se tumbase, ella se puso encima de el y lentamente se clavo toda la largada de su verga, una vez la tuvo completamente ensartada mirándolo a los ojos lo cabalgó, empezó lento pero les podían las ganas y empezaron a ir más deprisa.



Él no podía dejar de besarla, en los labios, los pechos, el cuello, había tanta piel para lamer que no sabía donde poner la boca primero, notó que le venía un cosquilleo y que ella aceleraba la respiración, mirándola a los ojos le soltó “córrete” “ahora” ella dejó ir un grito de placer pues con esa orden la había hecho explotar de placer él la siguió de cerca.

Aflorando una sonrisa de satisfacción se miraron, lentamente acercaron sus bocas en un beso suave, lento y lleno de pasión.

Ahora estaban juntos.

Fin.

10 mayo, 2021

La cueva secreta.

 Buenas tardes!!

Hoy os traigo un nuevo relato, espero que os guste y lo disfrutéis mucho.

Gracias a todos los que me leéis.

Me emociona pensar que lo que empezó un poco en plan "a ver que pasa", noto que cada día me gusta más dejarme llevar por mi imaginación y mis emociones.

Gracias sobre todo a quién siempre está a mi lado, también ahora a mi pepito grillo que a partir de ahora leerá los escritos antes, no sea que me emocione demasiado y en vez de erótico se vuelva porno, jejejeje.😂 

Y sin más os dejo que disfrutéis de la lectura, tanto como yo he disfrutado escribiéndola.


LA CUEVA SECRETA.

No habíamos quedado en nada, solo dijiste que pasabas a recogerme al salir del trabajo, que fuera cómoda. Salgo del hotel y te espero. Pienso en esa primera noche que al final pudimos estar juntos, esa noche de San Juan…y lo que te gustó el vestido de flores. Sonrío pensando en tu comentario de que no me lo pusiera, venías en moto.

Te vi aparecer y mi corazón se saltó un latido, desde que nos conocemos siempre que te veo o me envías un mensaje me pasa.

Me sonríes al parar, sin quitarte el casco, me dices que suba, me pongo el mío, subo y me preguntas si estoy preparada… Mi sonrisa aflora porque ese juego de palabras nos da mucho juego…

Arrancas y nos vamos, no me has querido decir a donde, pero me doy cuenta que vamos hacia la costa, sabes que me llama el mar, “¿me va a llevar al faro?” me pregunto. Desde que llegué aquí que estoy deseando verlo.

Te lo comento y me haces que no con la mano, y me dices que me relaje y disfrute el paseo, que quieres enseñarme tu rincón favorito.

Me apoyo más en ti y mi diablillo interior me incita a jugar, empiezo acariciándote el abdomen y el pecho, y me preguntas que hago, te respondo un inocente, nada.

Me miras por el retrovisor y sonríes de medio lado haciendo que no con la cabeza.

Te miro y sigo acariciándote y bajo mi mano aún más, cuando pongo la mano encima de tu pantalón me la agarras, manteniendo la tuya encima, para que no la aparte. Te noto que ya estás empezando a endurecerte.

Llegamos a un camino y paramos.

Me haces bajar y coges de los baúles una bolsa. Te miro, pero sigues sin querer decir nada. Te acercas y me besas suave, sabes que si no te apartas nos encendemos rápido.

Me coges la mano y nos ponemos rumbo a una cueva, de la que me explicas su historia. Estamos al borde del mar.



Llegamos al lugar y me lo vas enseñando mientras vas hablando, de la bolsa sacas una manta y la extiendes en una zona plana, te acercas a mí y mientras hablas me besas en el cuello, cerca de la oreja, mi piel se eriza, sabes que es mí punto débil, vas desgranando tu historia, y sigues dejando un reguero de besos mientras me quitas la cazadora vaquera.

Una vez quitada me besas en la clavícula, bajando el tirante del top.

Me voy encendiendo por momentos y tú lo notas, mi corazón late acelerado al notar tus manos acariciando mis brazos. Pones tu mano encima de mi pecho izquierdo cogiendo la mía y colocándola igual. Me dices que cierre los ojos y solo escuchemos nuestros corazones, palpitando juntos, a la vez.

Bajas tu cabeza y me besas, me coges en volandas y me acercas más a ti, no quieres que ni el aire pase entre nuestros cuerpos.

Te acercas a la manta y muy despacio bajas, me tumbas contigo encima, sin dejar de besarme.

Poco a poco tus manos van recorriendo mi cuerpo. Mientras me desnudas, te quitas la camiseta y ver tu pecho tan cerca de mis labios provoca que me acerque y te bese, noto tu mirada mientras no dejo de besarte, con la punta de mi lengua toco tu pezón y no puedes evitar un escalofrío, sé que te encanta, lo mordisqueo y dejas ir un suspiro, me dejas hacer pero cuando quiero bajar más me apartas, y te acercas a mi acabando de sacar mi top y empezando a desabrochar mi pantalón, te apartas y te quitas el tuyo, sin dejar de mirarme. Esa mirada encendida de deseo me enciende más a mí, mi respiración se acelera y te sonríes porque lo notas.

Te acercas a mi lentamente mientras me recuestas en la manta, tu mirada no deja rincón por mirar. Te vas excitando más, y bajas por mi pecho, te recreas en ellos, mientras lames, chupas y muerdes uno, al otro con tu mano vas pellizcando el pezón, unas veces suave, otras fuerte, rozando ese punto que desdibuja el placer del dolor.

Bajas por mi abdomen, buscando el rincón ese que dices es “exquisito”.

Me abres las piernas con las manos, mirando sin pudor como mi excitación fluye y me miras a los ojos, te acercas y noto tu respiración, cerca, muy cerca, hasta que por fin tu boca toca mis labios y se me escapa un gemido.

Lames todos los rincones, sin dejar ninguno, introduces un dedo y estoy a punto de explotar, lo sacas lentamente e introduces dos, juegas conmigo como quieres y yo no puedo más que dejarme hacer, cederte el control. Notas mi orgasmo subiendo y lames más deprisa y tus dedos no paran, más intenso, más sublime y ahí … exploto sin control, mojándote, y me miras a los ojos sabiendo que tú lo has provocado.

Subes hacia mí, y te acercas a mi boca, sabes que me encanta que me beses cuando aún tienes mi sabor en tu boca, me besas y tu verga se introduce lento, hoy todo es lento, no existe la prisa.

Bombeas poco a poco porque quieres alargar el momento, pero tu excitación esta a la par que la mía y nos desatamos del todo, mientras seguimos besándonos embistes y pierdes el control, te abrazo con las piernas, mis gemidos escapan de control, resonando por toda la cueva, se unen los tuyos, seguimos besándonos, mordiendo cuellos, lamiendo pechos.

Me vuelve a subir un orgasmo brutal, se une al tuyo, gritando tu nombre me dejo ir.

Nos miramos sonriendo y nos besamos.

Estamos juntos.

Fin.

Elena.


EL HOMBRE DEL PARQUE.

  Buenas tardes, casi noches gente bonita. Después de las vacaciones navideñas y arrancar el año espero que vengáis con ganas de leer nuevos...